Para explicar el significado de una experiencia omnicanal, nada mejor que imaginar que entras en una tienda física, formas parte del programa de fidelidad y en tu smartphone tienes activa la app de la marca.
Gracias a la geolocalización el vendedor más cercano recibe tu nombre y tu historial completo de compras. Se aproxima a ti, te informa de tus puntos y de lo cerca que estás de conseguir, por ejemplo, un descuento del 50% en la siguiente compra.
¿Atractivo o aterrador? Hay dudas al respecto. Pero los retailers cada vez se esfuerzan más por aparecer en todos los canales posibles. No se conforman con la tienda física, sino que ya están presentes en smartphones, tablets, desktop e incluso en Smart TV.
Por tanto, convierten la experiencia de compra en algo envolvente, donde lo digital y lo físico ya no están separados por una barrera.
Beneficios de la experiencia omnicanal
- Más conectados: online y offline de la mano. Una gran estrategia omnicanal implica estar presente en los múltiples canales en el momento adecuado en cada uno. La situación ideal es cuando un cliente se siente reconocido y bienvenido, porque los consumidores quieren que sus gustos y preferencias sean recordados y atendidos de igual forma en cada canal. Les gustaría entrar en la app mientras cocinan y que cuando terminen de comer y entren de nuevo en internet, se encuentren navegando en el mismo sitio donde lo dejaron.
- Fácil, menos estrés y más tiempo. El futuro de las tiendas sin colas está por llegar. Imagina un paraíso en el que eliges tus artículos y luego, a través de la app, puedes pagar instantáneamente. Ya no se trata de elegir la caja más rápida donde hay menos clientes. Cogemos lo que queremos, pagamos en el acto y nos vamos sin esperar colas.
- Divertido y social. Algunas marcas de ropa ya utilizan una divertida tecnología denominada ‘Espejo Mágico’. Consiste en permitir a los consumidores comparar cada uno de los conjuntos que se prueban. Con una visión en 360 grados y con la posibilidad incluso de compartirlo en redes sociales con la consiguiente interacción de otros posibles compradores. Por tanto, se crea una red de opinadores, asesores e influencers que, en ocasiones, inspiran determinadas decisiones.
Estos, entre otros beneficios, son la prueba de que las nuevas tecnologías en las tiendas hacen que la experiencia de compra sea más agradable y satisfactoria para todos. Los clientes se van más convencidos y satisfechos de lo que compran y los retailers incrementan el número de clientes gracias a la posibilidad de encontrarlos tanto en entornos online como en la tienda física.