Aunque cada junio se celebra el mes del Orgullo, este año hay más razones que nunca para insistir en la necesidad de la diversidad y la inclusión. Lo que estamos viendo en todo el mundo con el movimiento «Black Lives Matter» pone de manifiesto que el cambio real se fundamenta en la unión, la educación y el responsabilizarse de nuestros pensamientos y acciones. Solo con empatía y tolerancia podremos avanzar hacia la verdadera igualdad de todas las personas.
Para honrar el espíritu de la igualdad durante el mes del Orgullo, la comunidad LGBTQ+ lo celebra de diferentes maneras. En todo el mundo, se organizan diversos actos para hacer un reconocimiento al impacto del colectivo LGBTQ+. ¿Por qué se celebra el Orgullo en junio? Porque en junio de 1969 tuvieron lugar los disturbios de Stonewall en la ciudad de Nueva York, que impulsaron el movimiento pro-derechos de los gays.
Además de ser una celebración de un mes de duración, el Orgullo es también una oportunidad para protestar pacíficamente y concienciar a nivel político de los problemas actuales que afronta esta comunidad. En Criteo tenemos, como empresa, un largo historial de tolerancia, unidad e impacto del colectivo LGBTQ+. Por eso este año hablamos con uno de sus miembros en nuestra empresa – nuestra CEO, Megan Clarken – para entender cuál ha sido su experiencia, su punto de vista y lo que cree que el futuro depara a la comunidad LGBTQ+. Esto es lo que nos contó:
Dominik: ¡Hola Megan y muchas gracias por tu tiempo! Para empezar, ¿qué significa “diversidad” para ti?
Megan: La diversidad empieza en ti y luego se suma el yo, el ellos y el todos. La diversidad es como un tapiz. Un tapiz no es un tapiz si es únicamente un cuadrado, es bonito si está compuesto de muchos cuadrados. Un tapiz no está equilibrado si los cuadrados azules están todos juntos por un lado y los cuadrados verdes están todos juntos por otro; es bonito cuando todo está entremezclado. Todos somos diferentes a nuestra manera, todos somos especiales. La diversidad es aceptar eso y unirse en armonía. Todos nosotros.
Dominik: ¿Has sido discriminada alguna vez en tu vida profesional, ya sea por ser LGBTQ+ o por ser mujer?
Megan: Sí, tanto por un motivo como por los dos a la vez. Cuando tenía ventititantos, trabajé como operadora informática y hubo momentos en los que me pasaba la noche trabajando, sola. Una noche, un miembro del equipo ejecutivo entró, borracho después de una noche de juerga, para coger las llaves del coche. Me vio, se acercó a mí tambaleándose y diciendo palabrotas y se se sentó a mi lado. Empezó a hacer insinuaciones realmente repugnantes y me sentí muy violentada. Me quedé allí sentada durante horas, a su lado, simplemente esperando a que se fuera. Al día siguiente, decidí contárselo a mi gerente, quien se lo tomó muy en serio y lo comentó rápidamente con sus superiores; me llamaron para que informara directamente al CEO de lo ocurrido. Cuando entré por la puerta me echó una mirada de arriba abajo y me dijo: «Sé que has hecho esta afirmación, pero ¿lo hiciste porque eres lesbiana o porque eres anti-hombres?» Como te puedes imaginar, me hizo sentir fatal, completamente abochornada.
Lamentablemente, estas cosas siguen pasando hoy en día. A mí han dejado de pasarme, nadie se atrevería; aprendí a lidiar con ello haciéndole frente a la gente y no permitiendo que sucediera otra vez. ¡Nunca jamás toleraré algo así; nadie tiene derecho a hacerlo! La discriminación proviene de la inseguridad y del sentimiento de amenaza; tu respuesta puede ser pasar de todo y hacer tu vida o responder ante las ofensas. Las personas LGBTQ+ hemos tenido que afrontar muchas situaciones desde una edad muy temprana, por lo que ello deja una huella en nosotros a nivel emocional que es difícil de superar. Tienes tácticas para superarlo, pero duele hasta la médula. ¡Sin embargo, todo ello te hace ser más fuerte y ser quien realmente eres!
Dominik: ¿Tienes alguna recomendación para las personas LGBTQ+ que entren en el mundo de los negocios y que se enfrentan a situaciones de discriminación?
Megan: Varía mucho según el lugar en el que te encuentres. Algunos países están más avanzados en términos de antidiscriminación que otros. A las personas de los países menos tolerantes les aconsejo que tengan mucho cuidado. En algunos países es ilegal y, por ley, eres ejecutado, así que tienes que mantener un perfil bajo. Por desgracia, esa es la situación actual. Pero tenemos que luchar por esas personas y países y hacer todo lo que esté en nuestras manos para ser una comunidad mundial, sin dejar de tener en cuenta esos países intolerantes.
También tenemos que tener presente el sesgo inconsciente. Las personas somos educadas y crecemos para actuar de una determinada manera en sociedad, creemos lo que las generaciones familiares anteriores creyeron, pero es necesario corregir estos prejuicios. A una persona joven que está comenzando su carrera, le aconsejaría que hablara, que le parara los pies a la gente cuando hiciera comentarios inaceptables, que educara a los demás sobre esos comentarios, ¡y alzara su voz! ¡Todos tenemos una voz, asegúrate de que la tuya se oiga! Deberías poder sentirte a gusto contigo mismo, con quién eres, para poder defenderte y plantarle cara a la gente por conductas inapropiadas.
Dominik: ¿Has visto alguna buena práctica en este sentido en el mundo de los negocios?
Megan: Tenemos que revisar todas las políticas, incluidas las políticas de seguros y las políticas de salud de las empresas, para asegurarnos de que incluyen los derechos conyugales de las parejas del mismo sexo. En este sentido Criteo tiene mucho camino recorrido. Celebrar eventos LGBTQ+ de manera interna y externa muestra que toda la empresa entiende la importancia de la diversidad y la inclusión y que, además, las respalda.
Dominik: ¿Tienes alguna preocupación por la comunidad LGBTQ+ en general?
Megan: Creo que la contratación tiene que apostar por la diversidad, pero me preocupa cuando esto se hace como un mero trámite. Si tienes a una persona LGBTQ+ en el equipo, cuanto más diversa sea, mejor, pero esto puede llevar a querer “exhibirla”. Casi para que la empresa diga, «mira lo que tengo, mira a quién tengo» como una forma de ser «guay». Me preocupa eso porque es una discriminación inversa. ¡Simplemente contrata a la mejor persona para el trabajo!
Dominik: ¿Has visto algo en Criteo que te haya hecho pensar “Vamos a hacer o a cambiar esto para la comunidad LGBTQ+”?
Megan: En primer lugar, quiero decir que en Criteo trabaja un equipo de profesionales que son como una gran familia; es genial ver cómo los equipos se respetan entre sí. Pero, por ejemplo, quiero comentarte algo que apuesto que jamás pensarías que hablaríamos en esta entrevista: los baños. En las puertas de los baños, he visto la indicación de si es un baño para hombres o para mujeres, con una imagen muy estereotipada. El baño para hombres tiene un bigote y el baño para mujeres tiene la forma de una mujer con un vestido; es importante recordar que quizás no todo el mundo se siente identificado con esas imágenes.
Se trata de detectar cosas que te hagan decir: “Uy espera, esto no funciona para la comunidad LGBTQ+”. Hemos aceptado muchas cosas durante muchos años porque nos hemos habituado, pero ¿por qué no cuestionarlo? Aún cuando sea difícil conseguir que cambie, deberíamos hacernos la pregunta. ¡Podríamos hacerlo mejor en Criteo abriendo los ojos y cuestionándonos cosas que vemos! Por lo tanto, animo a la comunidad LGBTQ+ de Criteo (y a la comunidad en general) para que dé un paso al frente y plantee aspectos que considere que no son inclusivos.
Dominik: ¿De qué asociaciones o grupos del colectivo LGBTQ+ formabas parte en otras empresas? Y, ¿has visto alguna organización donde Criteo pudiera encajar?
Megan: En Nielsen, fui sponsor ejecutivo del grupo PRIDE, un grupo bastante activo. Les apoyé hasta donde pude pero no puedo reclamar ningún tipo de propiedad. Lograron cambiar las políticas de la empresa, como los beneficios de los matrimonios entre personas del mismo sexo, así como los beneficios de salud y otros. Muchas empresas necesitan que se les recuerden las cláusulas que tienen en sus políticas, que deberían ser revisadas a la luz de los conceptos de diversidad e inclusión.
También estuve implicada con el movimiento TIME’S UP y GLAAD, que se ocupa de los LGBTQ+ en todas las coberturas mediáticas e identifica cualquier discriminación del colectivo en todo el mundo. Formar parte de ello fue muy empoderador y gratificante. Tienes que elegir de qué asociaciones quieres formar parte, ya que hay muchas; esas son las que yo elegí. Sugeriría que la comunidad LGBTQ+ de Criteo presentara sugerencias de las organizaciones que ellos sienten que pudieran estar teniendo un mayor impacto. Luego podríamos revisarlas y decidir con cuáles nos gustaría asociarnos como empresa. Si vibramos con lo que hacen y representan nuestros principales valores, escogeremos a aquellas que sean más progresistas y, ¡en marcha!
Dominik: ¿Qué podemos hacer mañana por el colectivo LGBTQ+ o la diversidad que pudiera significar un cambio real de inmediato?
Megan: Cuando John F. Kennedy quiso llevar al primer hombre a la luna, se enfrentó a la presión de los ingenieros de la NASA. Cuando les preguntó por qué no podían hacerlo, le dieron una lista de motivos. Luego les preguntó: «Si pudierais resolver todo lo de la lista, ¿podríais llevar al hombre en la luna?» Cuando contestaron que sí, todo lo que le restó decir fue: «Entonces, encontrar una solución para todo lo de la lista!»
Para resumir la historia, PODEMOS llegar a un punto en el que haya una verdadera igualdad, sin discriminación inversa, sin sesgos inconscientes, y que resuelvan asuntos pendientes que no benefician a las personas LGBTQ+ en las políticas de empresa, edificios o eventos. Para ello, si empiezas una lista de lo que es necesario solucionar, verás que hay cosas que podemos hacer mañana. Todas las demás se pueden hacer con el tiempo, y una vez que las hagamos, estaremos en donde queremos estar.
Dominik: ¿Alguna vez te has sentido discriminada por la propia comunidad LGBTQ+?
Megan: Diría que me he discriminado a mí misma. Y he sido homofóbica contra mí misma. En momentos en los que no quiero salir porque me siento incómoda cogiendo la mano de mi mujer en público o porque me preocupa lo que los demás puedan pensar de mí, eso para mí es ser homofóbica conmigo misma. Eso hace que sienta como si tuviera miedo de quién soy; aún me sigue sucediendo.
Vengo de una generación en la que me he escondido durante muchos años, así que es un prejuicio inconsciente contra mí misma. Puede que sea una respuesta extraña a tu pregunta, pero creo que es importante que te lo diga. Podemos discriminarnos a nosotros mismos. Podemos ser homofóbicos contra nosotros mismos. Y superarlo es a veces increíblemente difícil, pero creo que es importante sentirse lo mejor posible con una misma. Creo que nunca me sentiré a gusto caminando por la calle de la mano de mi esposa. Vengo de 30 a 40 años de discriminación. Así que, pensemos en eso como comunidad para poder entender mejor cómo podemos ayudarnos mutuamente a superar la discriminación contra nosotros mismos.
Dominik: ¡Gracias Megan!
Megan: ¡Cuídate, respeta a los demás y respétate a ti mismo! ¡Levanta la cabeza bien alto y siéntete orgulloso de quien eres!
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