Confianza, gestión de datos, experiencias, impactos visuales… son varias de las tendencias que nos auguró la última edición del Web Summit. La feria internacional del sector de tecnología que se celebró el pasado noviembre en Lisboa y donde las principales voces autorizadas en el sector tecnológico a nivel mundial marcaron el itinerario a seguir en los próximos años.
Estas tendencias del Web Summit, como se intuía, además de estar relacionadas entre sí, tienen como eje principal a las sensaciones, los sentimientos, lo que paradójicamente (hablamos de cuestiones tecnológicas y su relación con las personas) diferencia a humanos de máquinas por muy perfectas que sean éstas.
El factor humano es el eje principal en las ventas, pero ¿Cómo conseguir vender más? ¿Cómo conseguir vender mejor? ¿Cómo lograr que un consumidor vuelva? Estas cuestiones elementales encuentran su respuesta en el marketing que apuesta, en primer lugar, por generar un lazo de confianza.
En el entorno creado alrededor de Internet, los datos y su gestión se convierten en un asunto capital. La privacidad es innegociable y se mostró en el Web Summit como una de las tendencias principales. Para ello, también es necesario un marco de regulación alineado con las innovaciones tecnológicas. Falta cintura en las administraciones públicas para viajar a la misma velocidad. La confianza viene acompañada del consenso, de la honestidad, de la responsabilidad, de la autenticidad, de la humildad, de la humanidad… En definitiva, de todos aquellos valores opuestos a la mentira, a las fake news y al engaño.
La Inteligencia Artificial es un concepto que ha llegado para quedarse, así como todas sus ramificaciones como el Machine Learning, el Deep Learning o el Small Data. El sector de la salud será uno de los más beneficiados por todo lo que supone cada avance tecnológico. Por ejemplo, los coches sin conductor y con más medidas de seguridad, se traducirán en un descenso en el número de siniestros y de víctimas por accidentes de tráfico.
En otro orden de cosas, la persona que enunció por primera vez que “una imagen vale más que mil palabras” fue un adelantado a su tiempo. Porque lo visual es, ahora mismo, vanguardia absoluta. Pinterest entendió que la visión computacional, un nuevo concepto a introducir, va a ser la tendencia que marque el futuro. Menos textos y más mensajes que entran por los ojos, que ofrezcan un valor único a las personas y que hagan recomendaciones en base a lo que los usuarios quieren.
Para ello, y por encima del Big Data, existe el llamado Small Data que se asemeja más en su funcionamiento a la capacidad deductiva del cerebro de los seres humanos. De esta manera, quién sea capaz de manejar los datos tendrá una notable ventaja sobre sus competidores.
Por último y no menos importante, otra de las tendencias que vimos en el Web Summit fue la humanización, la cercanía, la personalización de las relaciones de las marcas con sus clientes. Si dejamos de lado los grandes datos y estamos pendientes de los insights que nos ofrecen nuestros clientes, podemos entender mejor sus valores y sus deseos para fijar mejor nuestros objetivos.
Si dejamos que las personas se involucren, podemos fortalecer esa relación para saber que lo que ofrecemos al consumidor es lo que realmente necesita. El marketing debe volverse más humano y la analítica de los datos debe presentarse como una gran herramienta para conocer y segmentar mejor a nuestros clientes. Y es que, una mayor cercanía es una mayor esperanza de lograr el éxito en nuestro negocio.