Con las tiendas de ropa cerradas, las fábricas cerradas o reconvertidas para fabricar equipos de protección y muchas semanas de la moda canceladas, muchos se preguntan: ¿Qué depara el futuro al sector de la moda?
Un sector que se ha caracterizado desde hace mucho tiempo por los excesos, hoy en día muestra una evolución en un momento en el que las grandes casas de la moda piden un cambio.
Vamos a echar un vistazo a la moda después del confinamiento y a desvelar las principales tendencias que están afectando al sector.
De maniquíes de las tiendas físicas a modelos digitales
El COVID-19 está forzando a las marcas a utilizar y experimentar con tecnologías inmersivas que proporcionen a sus clientes algo que se asemeje a la experiencia física que solían disfrutar en las tiendas físicas. Aquí es donde entran en juego la ropa virtual, las pasarelas digitales y los showrooms online.
Algunas marcas están teniendo problemas con los almacenes y la producción de nuevas prendas de ropa, lo que convierte a la ropa virtual en la forma más rápida de crear una colección y presentarla. Si no pueden producir un determinado artículo en un corto plazo de tiempo, los compradores podrán añadirlo, de todas maneras, a su lista de deseos o realizar un pre-pedido y una vez que esté listo, le será directamente enviado.
Un ejemplo de esto en acción es cómo el diseñador de moda Cat Taylor creó representaciones digitales de sus colecciones de la nueva temporada, que luego se vincularon con Selfridges, un sitio web de ecommerce.
Escapismo de la moda sostenible y responsable
Después de haber estado un tiempo confinados, los consumidores tienen mayores expectativas de creatividad responsable, estilo e imaginación. Las audiencias aficionadas a la moda han tenido más tiempo para considerar sus elecciones, para afinar su propia creatividad y para determinar qué marcas merecen su apoyo desde el punto de vista de la sostenibilidad.
Como Katie Baron-Cox, Director of Brand Engagement en la agencia de retail intelligence Stylus, señaló en una entrevista con Forbes: «La generosidad de servicio se convertirá en una nueva métrica clave para las marcas». Las credenciales eco-éticas y las acciones socialmente positivas serán incluso más importantes en el futuro ya que el «propósito de una empresa se entremezclará cada vez más con los resultados».
Los consumidores de la Generación Z y los Millennials ya apostaban por una moda sostenible mucho antes de la crisis del COVID-19, ahora sus inquietudes son incluso mayores. Las marcas que centran sus modelos de negocio en la sostenibilidad están bien preparadas para atraer a más integrantes de las generaciones más jóvenes.
El retail reduce colecciones y se centra en la versatilidad
Las colecciones de primavera/verano de este año han pasado casi desapercibidas, mientras que las de otoño/invierno se han adaptado a un mundo más minimalista, según Catherine Broome, Executive Search, Luxury and Fashion en Odgers Berndtson.
Hoy en día se trata de piezas transestacionales y colecciones de ropa más reducidas que limitan el número de estilos, lo que hace que los vestuarios sean más atemporales. Menos obsolescencia también se traduce en un gran avance para la sostenibilidad de la moda, predice Broome.
La producción en masa sigue estancada de momento
La moda sostenible puede ser una decisión consciente para algunos, pero para otros es una consecuencia de los cambios logísticos y económicos causados por el principio de una nueva normalidad. Una cosa es segura: es una estrategia sólida para el futuro. La producción en masa de prendas desechables continua estancada por el momento, dado que cada vez son más los consumidores que buscan opciones ecológicas.
Para que prosperen las marcas, mantenerse al día en temas de sostenibilidad es fundamental para el futuro. Volver a poner en marcha la industria puede significar el regreso a los principios básicos de la moda, como prendas sencillas, bonitas y únicas.
La comodidad y la estructura nunca se pasan de moda
La ropa sport e informal ya eran tendencia, el COVID-19 no ha hecho más que reforzarla.
A su vez, algunos “pueden querer proyectar poder e, históricamente, eso significaba algo resistente, que actuara como una armadura, una segunda piel”, dice Valerie Steele, historiadora de moda y directora del del Fashion Institute of Technology de Manhattan. Esto podría significar siluetas más estructuradas, con prendas como hombreras y cinturones de cuero y chaquetas.
El futuro de la moda está centrado en la salud
Los consumidores de hoy en día buscan maneras de preservar su salud y la de los que quieren. Con mascarillas como accesorio estrella este año, se prevé incluso un mayor auge de vestuarios sostenibles, éticos y socialmente conscientes en el futuro.
Por lo que respecta al marketing del sector de la moda, apostar por anuncios que ayuden a los consumidores a entender lo que está haciendo una marca para promocionar la salud mundial, la seguridad y las prácticas sostenibles es un gran paso en la buena dirección.