En el corazón del distrito IX parisino, muy cerca de uno de los puntos emblemáticos de la ciudad, el Sacre Cour, con Ópera a un lado y Montmartre, el barrio bohemio de los artistas, al otro, se erige el cuartel general de Criteo, del que se desprenden distintas delegaciones a modos de embajadas por todas las principales ciudades del mundo.
El resto de las sedes de Criteo no se quedan atrás. Grandes centros financieros y culturales donde la economía y el emprendimiento son moneda común como Nueva York, Miami, San Francisco, Londres, Dubái, Shanghái, Singapur, Tokyo o Sídney, son algunas de las 27 metrópolis donde Criteo cuenta con presencia activa en búsqueda de talento y mejoras para el ecosistema digital del entorno.
España no podía quedarse fuera de esta expansión. Aquí, su eje de actuación está en los dos enclaves más importantes del país: Madrid y Barcelona.
De Madrid al cielo
Es uno de los eslóganes de la capital de España. Y parece ajustarse perfectamente a las aspiraciones de Criteo en nuestro país. Con dos direcciones en el centro de la ciudad, (calle Goya y Núñez de Balboa), todos los agentes sociales y económicos están cerca.
Una urbe de más de 3 millones y medio de habitantes en el censo, aunque se trata de una población flotante, ya que unida a la censada en las llamadas ciudades dormitorio (Getafe, Alcorcón, Alcobendas…) se ve duplicada.
Estamos lógicamente en el epicentro industrial que lidera, por tercer año consecutivo, el crecimiento económico del país. Eterna aspirante a organizar unos JJ.OO., Madrid tiene en sus infraestructuras un valor añadido sin parangón en Europa. Un aeropuerto convertido en casi dos, desde donde operan aerolíneas de todo el mundo uniendo cientos de destinos para un tránsito de más de 61 millones de pasajeros, diez más de los que viajan desde Barcelona-El Prat, que en 2019 batió registros históricos según las cifras de Aena.
Alta velocidad… a todos los niveles
El llamado Puente Aéreo, que nació al calor de una conexión singular vía medios aéreos, ya se utiliza para casi todo cada vez que hablamos de Madrid y Barcelona.
En la Ciudad Condal, Criteo ha abierto recientemente sus oficinas aprovechando las bondades de Barcelona, que a nivel geográfico puede considerarse como la puerta a Europa.
Su ubicación es de ensueño: frente al mar, en el corazón de la Barcelona olímpica y junto a la magnífica Torre Mapfre, en el barrio tecnológico @22.
Barcelona ofrece todo lo que una empresa puede necesitar a nivel logístico. Mar, montaña, avión, tren de alta velocidad (conectado con Madrid y también con Francia) y una ordenación urbana que cambió el concepto de las ciudades modernas a raíz de los Juegos del 92.
En el pasado ejercicio, más de 8 millones de turistas (un incremento del 6% en hoteles y un 14% en pisos de alquiler turístico) se pasearon por la Sagrada Familia, el parque Güell y la Rambla de Catalunya según datos del sector.
El Mobile Congress, el South Summit o el Digital Enterprise Show tiran del carro de las ferias tecnológicas en España que son muchas y durante todo el año. Casi todas repartidas entre el Ifema madrileño y la Fira de Montjuic.
En definitiva, como ocurre con el resto de grandes capitales en sus respectivos radios de acción, Madrid y Barcelona se posicionan como un eje estratégico en el sur de Europa y mantienen viva la llama del emprendimiento y la mejora del entorno digital.